Listas interminables de compras
¡Hola!
Aquí va Mel de nuevo en su nueva etapa de bloguera (😌 jaja, ¿quién la ve?).
Bromita. Solo soy una mamá que habla mucho, a la que se le da un poco lo de ser sociable. El punto principal de estar aquí es que, además, soy compradora compulsiva 😅. Y por esta razón he pagado las facturas de las compras tontas e innecesarias en esta nueva etapa de mamá. Porque IMAGÍNENSE: si ya compraba tonteras para mí, ahora como mamá, las cosas que he llegado a comprar... (sí, culpable, compré el bendito cangrejo que se mueve y no sirve para nada).
Cuando descubres que vas a ser mamá, empiezas a imaginar cómo será tu bebé, cómo lo vas a criar, lo guap@ que será y, OBVIAMENTE, en todas las cosas que vas a necesitar. Y aquí es cuando ¡boom! llegan las compras necesarias... y otras tantas innecesarias. Siempre, siempre hay esas compras que dices: "Ayy, lo vi en TikTok, esta influencer lo usa, bla, bla, bla..." Amiga, lo que le sirve a una no necesariamente nos sirve a todas. Muchas de esas cremas, cunas y demás son patrocinadas. Así que aquí estoy para contarte qué me sirvió a mí, qué no me sirvió y, por supuesto, para escuchar también tus experiencias de uso.
Primerísimo: la cuna o el colecho 😮💨
¡Carísimo! Las que ya pasamos esa etapa (o las que están a punto) saben lo caro que son los colechos o las cunas. Yo, en serio, tuve TODA la intención de usar el colecho, que por cierto, era DI VI NO. Pero terminé rindiéndome; bueno, fue un acuerdo mutuo con el papito de Saúl. Obvio, nos daba miedo aplastarlo. Pero amig@s, después de la cuarta despertada en la madrugada, ya sonaba mucho mejor tenerlo cerquita para darle el pecho o el chuponcito. Además, era un reto dormirlo en brazos y pasarlo al colecho. Literal, nos convertíamos en contorsionistas para acomodarlo sin despertarlo. No es broma, los malabares eran dignos de circo. 👌🏻
Así que tomamos la decisión de pasarlo a dormir con nosotros, y el colecho terminó siendo un depósito de cobijas, ropa y juguetes 🙄. Sé que muchos pediatras no lo recomiendan, y mis respetos a quienes logran usar el colecho, pero para nosotros fue mejor tenerlo en la cama. Aquí fue donde el nido se volvió nuestro mejor amigo. Si no sabes qué es, déjame decirte que es un éxito total. Es como una camita pequeña que colocas en la cama grande, fácil de transportar, lavar y acomodar. Además, con su borde acolchonado, te da la seguridad de que no vas a aplastar a tu bebé durante la noche. ¡Pronto los tendremos disponibles en tienda!
El nido siempre es un sí. Y si aún no has invertido en una cuna o un colecho, hazte el favor de comprar una cama queen o, mejor aún, una king. Luego me lo agradecerás 😉. Dormirás mucho más cómoda, y cuando el bebé pase a su cuarto, te quedará esa camota para ti. Pero bueno, eso ya es un extra, jaja. 😜
Calentadores de toallitas, cambiador, silla móvil, pañaleras, tina...
Hay muchas cosas que parecen esenciales, pero no necesitas todo de inmediato. Puedes ir probando qué te funciona y qué realmente necesitas. Por ejemplo:
- Un calentador de toallitas. Muchas dicen que es innecesario, pero para mí fue súper necesario. Vivo en un lugar frío, y cambiarle el pañal con toallitas frías es garantía de una orinada.
- Cambiadores. Si tu cama es baja, cambiar al bebé en la cama es un dolor de espalda asegurado. Pero si es alta, un aulao por aquello de los accidentes es suficiente, y te ahorras en un cambiador.
Revisa bien tus condiciones de vida: clima, entorno, altura de los muebles, etc. No compres por caprichos, sino pensando en qué realmente facilitará tu día a día. Estamos en una etapa donde cada colón cuenta. Mejor invierte en algo útil, como un dispensador de fórmula, que en una silla móvil carísima que al final tu bebé ni usará porque preferirá tus brazos.
Como mencioné al inicio, las listas de compras pueden ser eternas. Siéntate a pensar en qué puede facilitarte la vida. Ojo: facilitarte, no hacerte gastar de más.
Con cariñito,
Mel 🫶🏻